Cuando te leo despacio, tu piel y tus arrugas,
creo ser doctora, espeleóloga y escultora.
Cuando leo tu piel, la veo limpia,
fina y cansada, bella.
Es tuya y por eso veo tu rostro en cada parte de ella.
Te veo trabajar, subir, bajar, reir.
Te veo cerca, en el pliegue de la barbilla,
en el de la sonrisa, en torno a tus dulces ojos, te veo entero.
Me acerco a tu nariz y a tu oreja
y te veo en el lóbulo sonriendo, paciente y a la espera.
Te veo entero, en la mejilla.
Porque cada parte de tí eres tú, completo.
creo que es así, porque te quiero.
Con este poema participo en el primer Concurso de Poesía de Heptagrama
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